El juego es placer y expresión de lo que uno es y quiere ser, es la necesidad inconsciente de buscar la seguridad o sentirse seguro frente a la realidad, frente a los miedos y las angustias que lo obstaculizan, es el “como si fuera real” pero no lo es.
El juego es para el niño una necesidad fundamental
“Jugar es una fuerza fundamental de la vida. Jugar es actuar, es transformar el mundo, es vivir y existir transformando la realidad apropiándose así del mundo.”
Bernard Aucouturier
Las características fundamentales del juego son:
➢ Provoca placer
➢ Nace espontáneamente
➢ Permite desplegar la iniciativa
➢ Satisface deseos y necesidades propias
➢ Emerge del propio impulso por conocer y descubrir
➢ Se enriquece en un ambiente de confianza y libertad
Cuando el niño realiza una actividad o juego de manera libre y espontánea …
• Es capaz de actuar a partir de su propia iniciativa
• Posee un equipamiento biológico, funcional, emocional y cognitivo maduro para el proyecto de acción que se ha propuesto
• Tiene actitud de sorpresa y cuestionamiento
• Encuentra la posibilidad de anticipación por la experiencia vivida
• Le permite una dosis de decisión, de elección y reajuste de su proyecto de acción
El adulto no es el generador del juego, puede promover, provocar, pero no dirigir la actividad del niño. En el juego, ese rol generador le compete al niño; y el motor son sus deseos, necesidades y la libertad de acción.
En el juego; el rol del adulto para favorecer el desarrollo infantil, debe ser de intervenciones indirectas:
√ Preparando el ambiente
√ Ubicando los materiales y espacios pertinentes
√ Brindando seguridad y acompañamiento afectivo en los momentos que el niño lo necesite
√ Observando activamente el juego del niño, identificando sus proyectos de acción y los aprendizajes que ejercita.
El placer de actuar libremente, de ser respetado y apreciado por sus propios actos y por sus propias competencias le da al niño el placer de ser él mismo, cómo así también confianza y seguridad en sí mismo.
Alentamos a las familias a favorecer a partir de estas recomendaciones espacios de juego libre y espontáneo.
Y no olvidemos que para jugar además se necesita tiempo, tiempo real, sin apuros ni interrupciones. Muchas veces los niños y las niñas se ven sumergidos en un ritmo adulto de horarios y compromisos que no son ni propios ni apropiados para su etapa del desarrollo…